( Dedicado al peñe )
si fuesemos a preguntar la razon de los valles
nos vedariamos olvidando los nombres de los montes y rios,
pues nosotros los bastardos
y nuestra semilla de alma
brotaria como muerte inconciente
como balazos en el pecho
llagas y cicatrices en el cerebro
y en la genética
pues la la tierra levantada
se transforma en espectros
y ramificandose en sentidos sienestros
cursan fiambres
que molidos,
arrastran los cimientos del estado
y del imbecil patron, sin sangre
con el espiritu solidificado
oliendo a barreales, y a fecas y a fetos abandonados.
(Agustín Yevenes )
No hay comentarios:
Publicar un comentario